Ir al contenido principal

Si las paredes hablaran, si yo hablara...

Si las paredes hablaran, nos contarían que los silencios también pueden disfrutarse en compañía, que los momentos de calma a veces esconden las sensaciones más intensas y que es posible decirse un millón de cosas sin mediar palabra, con una simple mirada.

Y es que, si las paredes de aquella habitación hablaran o las paredes de cada lugar en el que estuvimos por primera vez, nos contarían que cada palabra fue sincera, que cada mirada fue especial, que cada beso fue intenso y verdadero. Esas paredes fueron testigo de lo que ocurrió cada uno de los días que nos vimos Y nos veremos, claro que nos volveremos a ver. Con las mismas ganas que nos conocimos, nos encontraremos. Puede que por mis dudas tardemos un poco más de tiempo...

Y si yo hablara, puede que para entonces nos olvidemos de que una vez lo fuimos todo y yo no supe verlo de la misma forma en que lo veías tú. Con mi egoísmo, siempre queriendo más de lo que tuve o, quizás, teniendo más de lo que quise. Y quise lo mejor para los dos, pero miré sólo por mi misma. No vi ese amor que me mostrabas, o no quise verlo, por miedo de hacer daño. Y ya no sé si a ti o a mi. Los dos hemos sufrido por un amor quien sabe si correspondido, y no quiero que volvamos a pasar por lo mismo.

Sé que podríamos hacerlo diferente, pero es que en mi mente no solo estás tú. Me diste un tiempo y, fíjate, yo he conseguido salir hacia delante, pero, ¿y tú? Tú sigues viviendo del pasado. Ya no me sirven tus reproches de lo que hicimos mal. Ya no me creas ninguna duda. 

Vive y deja vivir. No angusties a nadie. No lo abarques para ti solo. A una persona hay que quererla libre.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele...

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente. Donde poder sentirse bien con uno mismo, sin importancia alguna de la opinión de los demás.  Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, podríamos ver más allá de nuestras ilusiones y, con un poco de suerte (y también de fe), conseguir aquello que más deseamos. Disfrutar de cada momento de nuestra vida y de cada detalle que va marcando la diferencia, de que todavía es posible ser feliz, dejando atrás todo el dolor que una vez pudimos o nos hicieron sentir. A veces, es muy difícil olvidar, pues ya es bastante grande la coraza para olvidarlo todo y poder ser feliz. Y solo aparentas ser feliz para los demás. Para que no te pregunten qué te pasa, si estás bien, por qué cosas has pasado que hacen que te duela tanto. Y es que es tan complicado explicar algunas cosas. No estás preparado para afrontar que te echen en cara las actuaciones y actitudes que tuviste en cada cosa que su

Vida: brillante o apagada

Hoy, no hace mucho, estuve pensando qué rápido pasa el tiempo, y cómo cambiamos algunos. Sí, me incluyo, porque me doy cuenta que el cambio es indispensable en la vida de cualquier ser vivo. No hay más que compararse (aunque sean odiosas las comparaciones), no hay más que ver que no podemos pretender ser como una vez fuimos. Hay muchas situaciones vividas que nos hacen cambiar. Nunca se sabe si para bien o para mal. Y personas, personas que nos hacen ver el mundo desde el otro lado del catalejo, para que podamos observar que hay múltiples estrellas en el cielo y que por mucho que brille una de ellas no debemos dejar de observar las que se están apagando, las que un día fueron tan luminosas hasta que decidieron apagar su luz porque se vieron solas en un espacio tan inmenso. Y verse solo ante cualquier situación es motivo de apagar tu propia luz, de encerrar tu seguridad, de disminur tu estima, de vivir del olvido... Hasta que llega alguien, que te hace ver que no tienes por qué tirar la

Ahora que te vas...

No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir... No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmel