Hay momentos en la vida que no sabes qué decir o cómo actuar, si seguir o parar, si reír o llorar, si decir o callar... Y yo, yo he decidido parar y callar, y reír y llorar cuando convenga, cuando vea que no puedo o no aguanto más o cuando esté rebosante de felicidad. Porque dejé de recibir lo que doy hace mucho tiempo, y eso me acabó anulando como ser social que soy, oprimiendo muchos de los sentimientos que tenía y, que hoy en día, pienso que puedo tener aunque quiera. ¿Lo peor de todo? Que nadie sabe cómo me siento en realidad ante tal situación y nadie se preocupa en saberlo. Y es ahí donde me pregunto si de verdad le importaré a alguien, porque poca es la confianza cuando no puedes contar ni lo que te ocurre. Siento pena al decir que ni conmigo misma me siento a gusto como para poder estar a gusto con alguien que no sepa comprenderme y darme su confianza como yo lo hago con todos. Porque siento que soy demasiado empática y siento lo que otros, y, cuando quiero sentir yo, confundo
Soy una futura estudiante de Marketing y Publicidad. Apasionada de la vida desde un punto de vista un tanto cinematográfico. Enamorada de las novelas románticas. Respetuosa y sincera ante la gente. Responsable de mis actuaciones. Feliz de ser quien soy y esperanzadora de con quien seré.