Ir al contenido principal

Diario de los recuerdos

Hoy, como un día cualquiera, cogí papel y boli y decidí anotar todas las reflexiones que he tenido a lo largo de esta semana y, al poco rato, me encontré ojeando mi antiguo diario. Esperé encontrarme cualquier chorrada de las que escribía hace 4-5 años y, ¡qué caprichoso el destino!, encontré tu maldita carta... 

Volví a ver tu nombre, volví a reconocer tu letra, volví a escribir de ti... Y qué irónica fue mi reacción. Abrí el diario, reconocí tu letra y esa esquinita que siempre doblabas, e inmediatamente, lo cerré. No sé si quise leerla o no. La primera vez que lo leí fui la más feliz del mundo al saber que pensabas en mi, que lo hiciste porque me querías. Luego descubrí que fue un engaño, lo hiciste por aparentar y eso, querido, te deja en mal lugar.

No sé si debería o no compartir la carta, pero, ¿quién va a leerme? Nadie sabe de la existencia de este blog. De mi blog. Y aquel que lo lea, supongo que no sabrá de quien estoy hablando (o puede que sí). Sin más rodeos, voy a publicar esa carta que tiene más de 2 años y que decidiste escribirme:


"Hola, mi amor, mi niña, sí, soy yo, tu novio. La verdad es que nos falta 10 días para hacer 3 meses y, no sé, quiero que sepas que te quiero y que quiero que duremos, te respeto muchísimo aunque tengas 15 años. Para qué te voy a mentir... al principio me costó, pensaba: '¿y si me denuncia?' '¿y si me deja ella a mi?', no tengo ningún problema en que me dejes, es decir, no me daría vergüenza, eso sí, me dolería, porque pensaría: 'He perdido a mi chica, ¿cómo he podido ser tan gilipollas?' Jamás te haría daño, no soy de esos... Creo que te lo voy demostrando poco a poco... Al principio seguro que pensabas; 'Este tiene cara de golfo', no me engañes, ya sabes que te quiero a morir.

Aunque sea un cerdo a veces, lo siento, perdóname, mi chica... pero, no sé, soy así... Te prometo que voy a cambiar, para que te des cuenta de que no quiero perderte y que seas la madre de nuestro hijo Héctor, si tú le quieres llamar a nuestro hijo Héctor le llamamos así porque te quiero. Quiero despertarte cada mañana llevándote el desayuno a la cama y después hacer el amor como Dios manda.

La verdad es que me alegro de que seas mi novia, te puedo coger en los pasillos, darte un beso y diciéndote 'te quier' y 'te echo de menos'... En realidad, siempre te digo 'te echo de menos' porque, joder, es verdad, no lo hago para quedar bien y para tener más probabilidades de follar contigo y/o follar más veces, porque ¡NO SOY ASÍ!

Para mi, el 14 de febrero es un día normal, es un día en el que no te voy a querer menos o más, bueno... miento, te voy a querer más, porque cada día que pasa, cada minuto que pasa, me doy cuenta de que eres la mujer de mi vida.

El plan para estas tarde, es que te de los regalos, me toques un poco (no te lo pido nunca), tío, eres mi novia me tienes que dar amor :( y el sábado nos vamos al cine a ver... bueno, ya veremos.
Que sepas que te quiero y que eres una princesa sin corona. En Carnavales estaremos juntos un rato.

Tu príncipe, VP."


Conforme iba escribiendo, he podido sentir el dolor de cada palabra. Saber que lo escribiste sin ningún tipo de sentimiento, con toda clase de mentiras, y yo caí como una tonta. 
Que no me harías daño... sería físico, porque emocionalmente me has jodido pero bien. Y lo peor de todo es que no te deseo ningún mal, todo lo contrario, te deseo lo mejor.

Pero sinceramente, no te lo mereces. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele...

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente. Donde poder sentirse bien con uno mismo, sin importancia alguna de la opinión de los demás.  Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, podríamos ver más allá de nuestras ilusiones y, con un poco de suerte (y también de fe), conseguir aquello que más deseamos. Disfrutar de cada momento de nuestra vida y de cada detalle que va marcando la diferencia, de que todavía es posible ser feliz, dejando atrás todo el dolor que una vez pudimos o nos hicieron sentir. A veces, es muy difícil olvidar, pues ya es bastante grande la coraza para olvidarlo todo y poder ser feliz. Y solo aparentas ser feliz para los demás. Para que no te pregunten qué te pasa, si estás bien, por qué cosas has pasado que hacen que te duela tanto. Y es que es tan complicado explicar algunas cosas. No estás preparado para afrontar que te echen en cara las actuaciones y actitudes que tuviste en cada cosa que su

Vida: brillante o apagada

Hoy, no hace mucho, estuve pensando qué rápido pasa el tiempo, y cómo cambiamos algunos. Sí, me incluyo, porque me doy cuenta que el cambio es indispensable en la vida de cualquier ser vivo. No hay más que compararse (aunque sean odiosas las comparaciones), no hay más que ver que no podemos pretender ser como una vez fuimos. Hay muchas situaciones vividas que nos hacen cambiar. Nunca se sabe si para bien o para mal. Y personas, personas que nos hacen ver el mundo desde el otro lado del catalejo, para que podamos observar que hay múltiples estrellas en el cielo y que por mucho que brille una de ellas no debemos dejar de observar las que se están apagando, las que un día fueron tan luminosas hasta que decidieron apagar su luz porque se vieron solas en un espacio tan inmenso. Y verse solo ante cualquier situación es motivo de apagar tu propia luz, de encerrar tu seguridad, de disminur tu estima, de vivir del olvido... Hasta que llega alguien, que te hace ver que no tienes por qué tirar la

Ahora que te vas...

No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir... No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmel