No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir...
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmelo. ¿Por qué no hiciste nada? Pudiste demostrármelo y yo, tal vez, lo hubiera dejado todo. Aun con las circunstancias que eran, que son. Pero no apostaste por mi en ninguna ocasión. ¿Pensabas que saldrías perdedor? Has salido perdiendo igualmente. Por no arriesgarte, por no ser valiente.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué insistes en despedirte? Yo no quiero ninguna despedida. No quiero que vuelvas a irte, de mi vida. Aunque nunca te has ido. Siempre has vuelto, aunque fuera por horas, aunque fuera por días. Y yo ya no puedo hacer nada para que no te vayas. Ya está todo pensado. Y no tienes ningún derecho a pedirme que me vaya contigo. Todos perdemos oportunidades y no las volvemos a recuperar. Y tú no vas a ser menos. Si te quieres ir, márchate, pero no me hagas daño. No me vuelvas a hacer daño.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. No quiero que te vayas, pero no queda otra, no soy quien para decirte "quédate". Supongo que no querrás saber de mi, como otras veces, cuando ya te has ido. Supongo que solo me queda echarte de menos, como otras veces, cuando ya te has ido. Por eso soy así, porque sé que te vas, porque soy consciente de que te vas y no por poco tiempo. Porque ni tú mismo sabes cuánto tiempo tardarás en volver. Y por eso, no puedo estar esperándote. Seguiré con mi vida aquí, igual que tú harás tu vida allí.
Te deseo suerte y valor en la vida. Porque cualquier oportunidad que se te presente, si no te arriesgas, lo dejarás escapar. Y espero que dos veces no te pase. Y espero que dos veces no nos pase.
Hasta luego, que suena mejor que un adiós aunque pase tiempo hasta que nos volvamos a ver. Si es que nos volvemos a ver. Si es que el destino quiere que nos veamos. Si es que alguno de los dos tiene el valor de hacer que pase.
XX
Bel.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir...
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmelo. ¿Por qué no hiciste nada? Pudiste demostrármelo y yo, tal vez, lo hubiera dejado todo. Aun con las circunstancias que eran, que son. Pero no apostaste por mi en ninguna ocasión. ¿Pensabas que saldrías perdedor? Has salido perdiendo igualmente. Por no arriesgarte, por no ser valiente.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué insistes en despedirte? Yo no quiero ninguna despedida. No quiero que vuelvas a irte, de mi vida. Aunque nunca te has ido. Siempre has vuelto, aunque fuera por horas, aunque fuera por días. Y yo ya no puedo hacer nada para que no te vayas. Ya está todo pensado. Y no tienes ningún derecho a pedirme que me vaya contigo. Todos perdemos oportunidades y no las volvemos a recuperar. Y tú no vas a ser menos. Si te quieres ir, márchate, pero no me hagas daño. No me vuelvas a hacer daño.
No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. No quiero que te vayas, pero no queda otra, no soy quien para decirte "quédate". Supongo que no querrás saber de mi, como otras veces, cuando ya te has ido. Supongo que solo me queda echarte de menos, como otras veces, cuando ya te has ido. Por eso soy así, porque sé que te vas, porque soy consciente de que te vas y no por poco tiempo. Porque ni tú mismo sabes cuánto tiempo tardarás en volver. Y por eso, no puedo estar esperándote. Seguiré con mi vida aquí, igual que tú harás tu vida allí.
Te deseo suerte y valor en la vida. Porque cualquier oportunidad que se te presente, si no te arriesgas, lo dejarás escapar. Y espero que dos veces no te pase. Y espero que dos veces no nos pase.
Hasta luego, que suena mejor que un adiós aunque pase tiempo hasta que nos volvamos a ver. Si es que nos volvemos a ver. Si es que el destino quiere que nos veamos. Si es que alguno de los dos tiene el valor de hacer que pase.
XX
Bel.
Comentarios
Publicar un comentario