Ir al contenido principal

Quien arriesga, puede ganar

Una vez leí que el 90% del éxito consiste en insistir. Es irónico, mucha gente tira la toalla al primer intento y busca otro objetivo que lograr, otra meta que perseguir, Solo digo que, si fijáis una meta, insistid en ello, solo tendréis un 10% para arrepentiros y un 90% de hechos que jamás creísteis capaces de realizar.

Y lo digo por propia experiencia. Cogí un camino erróneo para mi futuro, me arrepentí y cogí una nueva dirección en la que estoy aprendiendo más de lo que nunca imaginé. Posiblemente, un conocimiento del que crezcan las raíces de mi futuro. Y no tiene pinta de ir muy mal. Pocos se enorgullecen de lo que me ocurrió respecto a mi elección, pero lo importante es que yo esté orgullosa de lo que haga y de lo que quiero hacer. Porque soy yo quién le da fruto a mi futuro. Nadie cogerá manzanas para mí. A veces, tarda mucho el cultivo. Y es mejor tener reservas. Nunca se sabe cuándo puede llegar una mala época. Pero por ahora no es mi caso, simplemente, lo tendré en cuenta.

Perseguid aquello que más deseáis, porque nunca sabréis lo que podrá pasar. Quien arriesga, puede ganar. Quien no arriesga, se quedará con la duda para siempre, y, quizás, en otro momento, pueda ser tarde.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele...

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente. Donde poder sentirse bien con uno mismo, sin importancia alguna de la opinión de los demás.  Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, podríamos ver más allá de nuestras ilusiones y, con un poco de suerte (y también de fe), conseguir aquello que más deseamos. Disfrutar de cada momento de nuestra vida y de cada detalle que va marcando la diferencia, de que todavía es posible ser feliz, dejando atrás todo el dolor que una vez pudimos o nos hicieron sentir. A veces, es muy difícil olvidar, pues ya es bastante grande la coraza para olvidarlo todo y poder ser feliz. Y solo aparentas ser feliz para los demás. Para que no te pregunten qué te pasa, si estás bien, por qué cosas has pasado que hacen que te duela tanto. Y es que es tan complicado explicar algunas cosas. No estás preparado para afrontar que te echen en cara las actuaciones y actitudes que tuviste en cada cosa que su

Vida: brillante o apagada

Hoy, no hace mucho, estuve pensando qué rápido pasa el tiempo, y cómo cambiamos algunos. Sí, me incluyo, porque me doy cuenta que el cambio es indispensable en la vida de cualquier ser vivo. No hay más que compararse (aunque sean odiosas las comparaciones), no hay más que ver que no podemos pretender ser como una vez fuimos. Hay muchas situaciones vividas que nos hacen cambiar. Nunca se sabe si para bien o para mal. Y personas, personas que nos hacen ver el mundo desde el otro lado del catalejo, para que podamos observar que hay múltiples estrellas en el cielo y que por mucho que brille una de ellas no debemos dejar de observar las que se están apagando, las que un día fueron tan luminosas hasta que decidieron apagar su luz porque se vieron solas en un espacio tan inmenso. Y verse solo ante cualquier situación es motivo de apagar tu propia luz, de encerrar tu seguridad, de disminur tu estima, de vivir del olvido... Hasta que llega alguien, que te hace ver que no tienes por qué tirar la

Ahora que te vas...

No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir... No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmel