Ir al contenido principal

Feliz y esperanzador 2017

He de decir que este año ha sido una montaña rusa increíble. He disfrutado a medias, la verdad. Entre estudios, familia amigos y amor. Y me gustaría hacer un pequeño resumen de todo.

Para empezar, los estudios. La invención de 2° de Bachillerato no sé quién la haría, pero es un sufrimiento que, cuando lo acabas, da bastante placer. Por el camino te vas deprimiendo, porque, sinceramente, pensé que no le vería final este año. Profesores que intentan animarte, aunque sea forzadamente. No es que les haya caído muy bien a todos, la verdad. La pena que me da es dejar de ver a algunos o varios de mis compañeros, puesto que he conocido a personas maravillosas este año y he dejado que me conozcan como realmente soy y han visto que no soy tan amargada como se pensaban.

Después, la familia. Iba bien, hasta hace unas semanas. El destino fue caprichoso con algunas vidas y prefirió que no eran merecedores de un año más o quizás ya habían vivido suficiente, no lo sé. Lo que si sé es que se marchó en paz, feliz y plácidamente. -Aunque dejaste a la yaya un poco triste, la intentamos animar entre todos, así que no te preocupes, yayo, estará bien-. Por los demás, como en todas las familias, sus más y sus menos, pero siempre con cariño y preocupación por todos.

Luego, amigos. No me esperaba que se fueran tantos este año. Y no por mi culpa. Yo no hice las cosas mal. Decidir entre dos bandos siempre es lo peor, y más si te juntas al bando perdedor. No creo que hayan perdido, con eso de ser una “piña” serán más fuertes, pero os acabaréis distanciando, lo que nosotros no, puesto que tenemos un lugar fijo, con hora fija, prácticamente, todas las semanas durante todo el año. Punto para nuestro equipo. Pero no les deseo ningún mal, todo lo contrario, sé que son buena gente y he tenido muy buenos momentos con ellos y eso no se me va a olvidar tan fácilmente. Al resto que sigue conmigo, solo deseo que sigan no solo este año que entra, sino muchos años más. Porque realmente son los que más me aportan, de tantos momentos de risas que hemos tenido, y tendremos.

Y, por último, amor. Jamás me imaginé con una persona tanto tiempo a esta edad y menos, que fuéramos felices (la mayoría del tiempo, también han habido discusiones). Ni me imaginé saber llevar ciertas situaciones. Lo pasaba realmente mal en algunos momentos, aunque me pusiera a la defensiva en la mayoría. Pero acabar haciendo ciertas locuras con tal de solucionarlo, tampoco me había imaginado hacer. Pero supongo que así soy, impredecible. Creo que sería la palabra que mejor me definiría, sin duda alguna. Y no solo es que llevemos... ¿cuánto? Ni lo sabemos, pero prefiero que siga así, el tiempo que haga falta, hasta lo que tengamos que durar.
Gracias a cada uno de los que habéis estado este año, y por adelantado, os agradezco a los que estaréis. Por un feliz y esperanzador 2017.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele...

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente. Donde poder sentirse bien con uno mismo, sin importancia alguna de la opinión de los demás.  Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, podríamos ver más allá de nuestras ilusiones y, con un poco de suerte (y también de fe), conseguir aquello que más deseamos. Disfrutar de cada momento de nuestra vida y de cada detalle que va marcando la diferencia, de que todavía es posible ser feliz, dejando atrás todo el dolor que una vez pudimos o nos hicieron sentir. A veces, es muy difícil olvidar, pues ya es bastante grande la coraza para olvidarlo todo y poder ser feliz. Y solo aparentas ser feliz para los demás. Para que no te pregunten qué te pasa, si estás bien, por qué cosas has pasado que hacen que te duela tanto. Y es que es tan complicado explicar algunas cosas. No estás preparado para afrontar que te echen en cara las actuaciones y actitudes que tuviste en cada cosa que su

Vida: brillante o apagada

Hoy, no hace mucho, estuve pensando qué rápido pasa el tiempo, y cómo cambiamos algunos. Sí, me incluyo, porque me doy cuenta que el cambio es indispensable en la vida de cualquier ser vivo. No hay más que compararse (aunque sean odiosas las comparaciones), no hay más que ver que no podemos pretender ser como una vez fuimos. Hay muchas situaciones vividas que nos hacen cambiar. Nunca se sabe si para bien o para mal. Y personas, personas que nos hacen ver el mundo desde el otro lado del catalejo, para que podamos observar que hay múltiples estrellas en el cielo y que por mucho que brille una de ellas no debemos dejar de observar las que se están apagando, las que un día fueron tan luminosas hasta que decidieron apagar su luz porque se vieron solas en un espacio tan inmenso. Y verse solo ante cualquier situación es motivo de apagar tu propia luz, de encerrar tu seguridad, de disminur tu estima, de vivir del olvido... Hasta que llega alguien, que te hace ver que no tienes por qué tirar la

Ahora que te vas...

No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir... No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmel