He de decir que este año ha sido una montaña rusa increíble. He disfrutado a medias, la verdad. Entre estudios, familia amigos y amor. Y me gustaría hacer un pequeño resumen de todo.
Para empezar, los estudios. La invención de 2° de Bachillerato no sé quién la haría, pero es un sufrimiento que, cuando lo acabas, da bastante placer. Por el camino te vas deprimiendo, porque, sinceramente, pensé que no le vería final este año. Profesores que intentan animarte, aunque sea forzadamente. No es que les haya caído muy bien a todos, la verdad. La pena que me da es dejar de ver a algunos o varios de mis compañeros, puesto que he conocido a personas maravillosas este año y he dejado que me conozcan como realmente soy y han visto que no soy tan amargada como se pensaban.
Después, la familia. Iba bien, hasta hace unas semanas. El destino fue caprichoso con algunas vidas y prefirió que no eran merecedores de un año más o quizás ya habían vivido suficiente, no lo sé. Lo que si sé es que se marchó en paz, feliz y plácidamente. -Aunque dejaste a la yaya un poco triste, la intentamos animar entre todos, así que no te preocupes, yayo, estará bien-. Por los demás, como en todas las familias, sus más y sus menos, pero siempre con cariño y preocupación por todos.
Luego, amigos. No me esperaba que se fueran tantos este año. Y no por mi culpa. Yo no hice las cosas mal. Decidir entre dos bandos siempre es lo peor, y más si te juntas al bando perdedor. No creo que hayan perdido, con eso de ser una “piña” serán más fuertes, pero os acabaréis distanciando, lo que nosotros no, puesto que tenemos un lugar fijo, con hora fija, prácticamente, todas las semanas durante todo el año. Punto para nuestro equipo. Pero no les deseo ningún mal, todo lo contrario, sé que son buena gente y he tenido muy buenos momentos con ellos y eso no se me va a olvidar tan fácilmente. Al resto que sigue conmigo, solo deseo que sigan no solo este año que entra, sino muchos años más. Porque realmente son los que más me aportan, de tantos momentos de risas que hemos tenido, y tendremos.
Y, por último, amor. Jamás me imaginé con una persona tanto tiempo a esta edad y menos, que fuéramos felices (la mayoría del tiempo, también han habido discusiones). Ni me imaginé saber llevar ciertas situaciones. Lo pasaba realmente mal en algunos momentos, aunque me pusiera a la defensiva en la mayoría. Pero acabar haciendo ciertas locuras con tal de solucionarlo, tampoco me había imaginado hacer. Pero supongo que así soy, impredecible. Creo que sería la palabra que mejor me definiría, sin duda alguna. Y no solo es que llevemos... ¿cuánto? Ni lo sabemos, pero prefiero que siga así, el tiempo que haga falta, hasta lo que tengamos que durar.
Gracias a cada uno de los que habéis estado este año, y por adelantado, os agradezco a los que estaréis. Por un feliz y esperanzador 2017.
Para empezar, los estudios. La invención de 2° de Bachillerato no sé quién la haría, pero es un sufrimiento que, cuando lo acabas, da bastante placer. Por el camino te vas deprimiendo, porque, sinceramente, pensé que no le vería final este año. Profesores que intentan animarte, aunque sea forzadamente. No es que les haya caído muy bien a todos, la verdad. La pena que me da es dejar de ver a algunos o varios de mis compañeros, puesto que he conocido a personas maravillosas este año y he dejado que me conozcan como realmente soy y han visto que no soy tan amargada como se pensaban.
Después, la familia. Iba bien, hasta hace unas semanas. El destino fue caprichoso con algunas vidas y prefirió que no eran merecedores de un año más o quizás ya habían vivido suficiente, no lo sé. Lo que si sé es que se marchó en paz, feliz y plácidamente. -Aunque dejaste a la yaya un poco triste, la intentamos animar entre todos, así que no te preocupes, yayo, estará bien-. Por los demás, como en todas las familias, sus más y sus menos, pero siempre con cariño y preocupación por todos.
Luego, amigos. No me esperaba que se fueran tantos este año. Y no por mi culpa. Yo no hice las cosas mal. Decidir entre dos bandos siempre es lo peor, y más si te juntas al bando perdedor. No creo que hayan perdido, con eso de ser una “piña” serán más fuertes, pero os acabaréis distanciando, lo que nosotros no, puesto que tenemos un lugar fijo, con hora fija, prácticamente, todas las semanas durante todo el año. Punto para nuestro equipo. Pero no les deseo ningún mal, todo lo contrario, sé que son buena gente y he tenido muy buenos momentos con ellos y eso no se me va a olvidar tan fácilmente. Al resto que sigue conmigo, solo deseo que sigan no solo este año que entra, sino muchos años más. Porque realmente son los que más me aportan, de tantos momentos de risas que hemos tenido, y tendremos.
Y, por último, amor. Jamás me imaginé con una persona tanto tiempo a esta edad y menos, que fuéramos felices (la mayoría del tiempo, también han habido discusiones). Ni me imaginé saber llevar ciertas situaciones. Lo pasaba realmente mal en algunos momentos, aunque me pusiera a la defensiva en la mayoría. Pero acabar haciendo ciertas locuras con tal de solucionarlo, tampoco me había imaginado hacer. Pero supongo que así soy, impredecible. Creo que sería la palabra que mejor me definiría, sin duda alguna. Y no solo es que llevemos... ¿cuánto? Ni lo sabemos, pero prefiero que siga así, el tiempo que haga falta, hasta lo que tengamos que durar.
Gracias a cada uno de los que habéis estado este año, y por adelantado, os agradezco a los que estaréis. Por un feliz y esperanzador 2017.
Comentarios
Publicar un comentario