Ir al contenido principal

Navidad sin esperanza

Anoche, me di cuenta en la cena de Nochebuena lo realmente triste que es ver cómo cada vez está más vacía la mesa. Y no me refiero a la comida, sino a los familiares que siguen su curso de la vida. Nacer, crecer, reproducirse y morir. Y morir tan solo dos semanas antes de la Navidad. Y morir tan solo un mes antes de cumplir un año más de vida (irónico, quizás). 

Hoy ha faltado mi abuelo. Hace 10 años que lleva faltando mi otro abuelo. Y mis padres decidieron que era mejor no juntar a mis abuelas por si se ponían a hablar del tema y acababan llorando en plena cena. Son tristes algunas decisiones, pero así son las realidades. Duras. Y difíciles de aceptar en, según, qué momento.

Llevo unos 9-10 años sin ilusión por la Navidad, y cada año que pasa siento que la pierdo más. Y ya no es por saber qué me regalarán, puesto que yo misma voy a comprármelo o le digo a mi madre que me gusta "esto o esto, decide tú". Sino, por pasar de ser 8 en la mesa hace 11 años, a ser 5 a día de hoy. 

No es que haya tenido mucha suerte con la familia, he de ser sincera. No poder felicitar las fiestas a mi primo en mitad de la calle porque no me reconocería, ni siquiera poder decirle un "¡Hola!" porque diría "¿Quién me ha saludado?". Pues no, no he tenido mucha suerte.
No me esperaba que fueran a ser así de "solitarias" estas navidades(por llamarlo de alguna forma).
Espero que el resto de mis conocidos haya podido pasar una feliz y alegre velada en estas Navidades 2016.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele...

Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, tendríamos un sitio para volver a ser alguien diferente. Donde poder sentirse bien con uno mismo, sin importancia alguna de la opinión de los demás.  Si dejáramos de lado todo aquello que nos duele, podríamos ver más allá de nuestras ilusiones y, con un poco de suerte (y también de fe), conseguir aquello que más deseamos. Disfrutar de cada momento de nuestra vida y de cada detalle que va marcando la diferencia, de que todavía es posible ser feliz, dejando atrás todo el dolor que una vez pudimos o nos hicieron sentir. A veces, es muy difícil olvidar, pues ya es bastante grande la coraza para olvidarlo todo y poder ser feliz. Y solo aparentas ser feliz para los demás. Para que no te pregunten qué te pasa, si estás bien, por qué cosas has pasado que hacen que te duela tanto. Y es que es tan complicado explicar algunas cosas. No estás preparado para afrontar que te echen en cara las actuaciones y actitudes que tuviste en cada cosa que su

Vida: brillante o apagada

Hoy, no hace mucho, estuve pensando qué rápido pasa el tiempo, y cómo cambiamos algunos. Sí, me incluyo, porque me doy cuenta que el cambio es indispensable en la vida de cualquier ser vivo. No hay más que compararse (aunque sean odiosas las comparaciones), no hay más que ver que no podemos pretender ser como una vez fuimos. Hay muchas situaciones vividas que nos hacen cambiar. Nunca se sabe si para bien o para mal. Y personas, personas que nos hacen ver el mundo desde el otro lado del catalejo, para que podamos observar que hay múltiples estrellas en el cielo y que por mucho que brille una de ellas no debemos dejar de observar las que se están apagando, las que un día fueron tan luminosas hasta que decidieron apagar su luz porque se vieron solas en un espacio tan inmenso. Y verse solo ante cualquier situación es motivo de apagar tu propia luz, de encerrar tu seguridad, de disminur tu estima, de vivir del olvido... Hasta que llega alguien, que te hace ver que no tienes por qué tirar la

Ahora que te vas...

No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Aprovechar en días lo que me hubiera gustado disfrutar de ti en años... ¿Por qué eres así? Tan tuyo, tan de ti y de nadie más. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. Porque te vuelves a ir. Y como otras veces, regresarás con arena de otras playas. ¿Por qué siempre vuelves? Si ya has visto el mar reflejado en otros ojos. Si ya has olido el verano en otra piel. Si ya has saboreado el agua salada en otros labios. Si yo no tengo nada que hacer contra todo eso. Entiendo que hay otros paraísos por descubrir... No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué te vas? Tenías que aprovechar ahora para decirme parte de lo que sientes o, quizás, solo sientas eso, una mera posesión. Querer. Quieres algo que pudiste tener y lo dejaste ir. Vete tú a saber por qué. No me puedes hacer esto, no ahora que te vas. ¿Por qué ahora? ¿Por qué te has esperado a saber que te ibas? Si ya me lo dijiste hace tiempo, si ya tuviste los huevos de decírmel