Otra mañana que siento monotonía. Otra mañana que no me atrevo a mirarme al espejo. Porque tengo miedo de ese individuo que se refleja e intenta imitarme. Porque lo intenta. Porque yo sé que soy mejor. Sé que mi alma es mejor aunque esté encerrada en esta cárcel llamada cuerpo.
Si ya lo decía Platón, no hay mejor mundo que el de las ideas. La apariencia sensorial, la que pretendo mejorar para poder gustar. Que no para los demás. Sino para mí. Que llevo tiempo sin ver mi alma porque no me encuentro. Porque no me siento.
Si ya lo decía Aristóteles, naturaleza muerta, donde se encuentra la perfección realzando lo material e ignorando lo intangible. Queriéndome duplicar ante el espejo, ante mi reflejo. Cargado de ficción y, en consecuencia, bajo un efecto de credibilidad. Seré yo, o quizás no. Pero hace tiempo que estoy perdida.
Otra mañana que siento monotonía. Otra mañana que me miro al espejo. Espera... Nunca antes me había mirado de esta manera en el espejo. Este reflejo brilla tanto como el sol. Demasiada perfección en esta imitación de mi. Quizás solo sea un sueño. Pero, ya lo decía Calderón de la Barca: "la vida es sueño".
Hagamos una perfecta mímesis de este sueño, o de cualquier otro, y vivámoslo como la vida misma. Una duplicidad de lo que queremos ser. De cómo queremos ser.
XX
Bel.
Si ya lo decía Platón, no hay mejor mundo que el de las ideas. La apariencia sensorial, la que pretendo mejorar para poder gustar. Que no para los demás. Sino para mí. Que llevo tiempo sin ver mi alma porque no me encuentro. Porque no me siento.
Si ya lo decía Aristóteles, naturaleza muerta, donde se encuentra la perfección realzando lo material e ignorando lo intangible. Queriéndome duplicar ante el espejo, ante mi reflejo. Cargado de ficción y, en consecuencia, bajo un efecto de credibilidad. Seré yo, o quizás no. Pero hace tiempo que estoy perdida.
Otra mañana que siento monotonía. Otra mañana que me miro al espejo. Espera... Nunca antes me había mirado de esta manera en el espejo. Este reflejo brilla tanto como el sol. Demasiada perfección en esta imitación de mi. Quizás solo sea un sueño. Pero, ya lo decía Calderón de la Barca: "la vida es sueño".
Hagamos una perfecta mímesis de este sueño, o de cualquier otro, y vivámoslo como la vida misma. Una duplicidad de lo que queremos ser. De cómo queremos ser.
XX
Bel.
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